Contenido del curso
LECCION 1 – 50
1. Mira ahora lentamente a tu alrededor y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas: Esa mesa no significa nada. Esa silla no significa nada. Esta mano no significa nada. Este pie no significa nada. Esta pluma no significa nada. 2. Luego mira más allá de lo que se encuentra a tu alrededor y aplica la idea dentro de un campo más amplio: Esa puerta no significa nada. Ese cuerpo no significa nada. Esa lámpara no significa nada. Ese letrero no significa nada. Esa sombra no significa nada. 3. Observa que estas afirmaciones no siguen ningún orden determinado ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. Ése es el propósito del ejercicio. La afirmación debe aplicarse sencillamente a cualquier cosa que veas. Al practicar la idea del día, hazlo con total imparcialidad. No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. Asegúrate solamente de no excluir nada en particular. En lo que respecta a la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra. 4. Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. Una cómoda sensación de reposo es esencial.
0/11
365 Lecciones UCDM
Acerca de las clases

1. Estos ejercicios, a diferencia de los anteriores, no comienzan con la idea de hoy. Da comienzo a estas sesiones de práctica observando los pensamientos que cruzan tu mente durante un minuto más o menos. Luego aplícales la idea. Si ya eres consciente de pensamientos que no te hacen feliz, úsalos como sujetos para la idea. No obstante, no selecciones sólo los pensamientos que a tu parecer son “malos”. Si te acostumbras a observar tus pensamientos, descubrirás que representan una mezcla tal, que en cierto sentido ninguno de ellos puede calificarse de “bueno” o de “malo”. Por eso es por lo que no significan nada.

 

2. Al seleccionar los sujetos para la aplicación de la idea de hoy se requiere la acostumbrada especificidad. No temas usar tanto pensamientos “buenos” como pensamientos “malos”. Ninguno de ellos constituye tus pensamientos reales, los cuales se encuentran ocultos tras ellos. Los “buenos” no son sino sombras de lo que está más allá, y las sombras dificultan la visión. Los “malos” son obstáculos para la visión y, por lo tanto, te impiden ver. No te interesan ni unos ni otros.

 

3. Éste es un ejercicio de gran importancia y se repetirá de vez en cuando de forma ligeramente diferente. El propósito de esto es entrenarte en los primeros pasos hacia la meta de poder separar lo que no tiene significado de lo que sí lo tiene. Representa el primer esfuerzo en el objetivo a largo plazo de aprender a ver que lo que carece de significado se encuentra fuera de ti y lo significativo, dentro. Es también el comienzo del entrenamiento que le permitirá a tu mente distinguir entre lo que es lo mismo y lo que es diferente.

 

4. Al usar tus pensamientos como sujetos para la aplicación de la idea de hoy, identifica cada uno de ellos por la figura o acontecimiento central que contenga. a Por ejemplo:

 

Este pensamiento acerca de ______ no significa nada.
Es como las cosas que veo en esta habitación, [en esta calle, etc.].

 

5. Puedes aplicar la idea asimismo a cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial. Esta práctica es útil, pero no substituye al procedimiento de selección más al azar que debe seguirse al llevar a cabo los ejercicios. En cualquier caso, no examines tu mente por más de un minuto. Aún no tienes suficiente experiencia como para poder evitar la tendencia a preocuparte innecesariamente.

 

6. Además, puesto que estos ejercicios son los primeros de esta índole, tal vez te resulte especialmente difícil suspender todo juicio en conexión con tus pensamientos. No repitas los ejercicios más de tres o cuatro veces al día. Volveremos a ellos más adelante.